Toda inversión supone asumir algún riesgo, ya que puedes perder parte de tus ahorros. Eso lo tenemos todos muy claro. Lo que no todo el mundo conoce es el peligro de no invertir, no hacer nada con tu capital. En ese caso puedes estar seguro al 100% de que estás perdiendo dinero. El principal enemigo de tu dinero no son los mercados, es el paso del tiempo y más concretamente la inflación. La inflación se define como el crecimiento del precio de los bienes y servicios y se utiliza para medir la evolución del coste de la vida. ¿Quieres obtener una alta rentabilidad por tus ahorros? Aquí te enseñamos cómo.
El fenómeno de la inflación hace que las cosas que compras en tu día a día valgan más y tu dinero menos porque con el mismo capital podrás comprar menos cosas. Para que explicarme mejor, si tienes 1 dólar ahorrado y el precio de un café es de un dólar, podrás comprarlo ahora y disfrutar de él. Pero imagina que la inflación sube ese año y ese mismo café vale 1,1 dólares (un 10% más). Tú sigues teniendo un dólar, la cantidad en sí misma no ha cambiado, pero sí su valor, porque con ese mismo dólar ya no puedes comprar el café. Ahora traslada el ejemplo del café al resto de tus compras y verás cómo cada año que pasa puedes hacer menos cosas con una misma cantidad de dinero. Este es el gran peligro de la inflación, que se come el valor de tus ahorros si no eres capaz de sacar partido de ellos, si no obtienes rentabilidad de alguna forma. Por eso mismo, para que tu dinero no pierda valor debes invertirlo y al menos obtener un interés superior a la inflación. En caso contrario estás perdiendo dinero. Existen diferentes fórmulas para medir la inflación y en España se usa el IPC o Índice de Precios al Consumo, que es una cesta de productos ponderada cuyos movimientos en teoría se ajustan a los cambios en el nivel de vida. Con un IPC del 2%, el objetivo a lograr según el Banco Central Europeo (BCE), y unos ahorros de 20.000 dólares, tu dinero equivaldría al siguiente año a 19.600 dólares de hoy, y no 20.000 dólares. Has perdido un valor de 400 dólares en solo un año. El coste de oportunidad de no invertir Pero la inflación no es el único peligro de no invertir, de dejar tu dinero parado en tu cuenta o debajo del colchón. Cuando no inviertes, como cuando no arriesgas nada en la vida, dejas pasar ocasiones de ganar mucho dinero y de tener éxito. Es lo que en el mundo empresarial se conoce como el coste de oportunidad. Imagina que sigues teniendo esos 20.000 dólares ahorrados pero los tienes debajo del colchón. Al cabo de un año te habrán generado cero dólares, mientras que los hubieses invertido y logrado un 4% de beneficio habrías ganado 800 dólares. La diferencia es que en el primer caso tienes tus 20.000 dólares y en el segundo 20.800 dólares. Has perdido 800 dólares por no invertir tus ahorros. Y si en vez de un año, hablamos de un periodo más largo, el coste de oportunidad se dispara, porque estás desaprovechando el efecto del interés compuesto. Cada día que pasa sin que ‘muevas’ tu capital estás dejando pasar una ocasión para rentabilizarlo y por lo tanto,estás perdiendo dinero.
1 Comentario
Este tema es, hoy por hoy, un problema en la generación de buenos vínculos con los que viven cerca de nosotros, que se rompen rápidamente por falta de diálogo y buena comunicación y que en realidad no se trata sólo de facilitar la convivencia en el lugar donde vivimos, sino de crear redes de apoyo y ayuda permanente. Vivimos al lado de ellos, los vemos pasar todos los días, algunas veces los saludamos, otras preferiremos ignorarlos, son nuestros vecinos y nuestra fuente más cercana de ayuda, en caso de emergencia. ¿Los conocemos? La buena relación con los vecinos es una tradición que se ha ido perdiendo con el tiempo, aquellos vecindarios donde todos se conocían están a punto de convertirse en sólo anécdotas. El crecimiento de la población y la reducción del espacio han dificultado la convivencia a tal grado que la indiferencia ha tomado el lugar del interés. ¿Qué se necesita para regresar a esa sana convivencia? y más importante aún, ¿de qué sirve tener una buena relación con los vecinos? Es fundamental que tengamos relaciones humanas y sociales en las que la gente se vincule y relacione en distintos niveles ante esfuerzos comunes, esto implica no sólo crear lazos en condiciones de emergencia, sino hacerlo de forma permanente, las relaciones entre vecinos suelen ser más efectivas cuando se han desarrollado con tiempo y no sólo para la eventualidad, pero esto parece ser imposible en una sociedad en que impera la desconfianza, algunos sociólogos manifiestan que lo mínimo que alguien debe conocer de sus vecinos son los datos básicos de contacto, es decir, el número telefónico de la casa y tal vez algún celular para localizarlos. Las relaciones más fructíferas son aquellas donde conviven buenos vecinos que no sólo trae beneficios a nivel personal, también es una ventaja en el tema de la seguridad y hasta profesionalmente; pueden ser posibles clientes o, incluso, socios de inversión. Te presentamos una serie de consejos para mejorar la convivencia con tus vecinos: 1. Conoce a tus vecinos De esta manera será mucho más fácil empatizar con ellos, conocer sus problemas, sus peculiaridades… y así comprender sus comportamientos, hábitos y horarios. Seremos mucho más comprensivos cuando un vecino tenga el volumen de la televisión alto si sabemos que tiene un alto porcentaje de sordera o entenderemos por qué la vecina doctora solo puede colgar cuadros de noche. Además, podremos contar con ellos si necesitamos su ayuda en algún momento. 2. Siempre con una sonrisa En caso de que debamos recriminar el comportamiento molesto e incívico de un vecino, debemos hacerlo -sin excepciones- de forma respetuosa, con mucha educación y siempre con una sonrisa en el rostro. Debemos evitar los enfrentamientos con los vecinos, tener mucha paciencia y ser siempre cordiales. El respeto y la paciencia son las principales armas para una buena convivencia. 3. Compromiso y sentimiento de pertenencia al grupo Es importante integrarse en la comunidad, asistir siempre a la juntas de propietarios y participar en ellas. El buen funcionamiento de la comunidad, dependerá de las decisiones que se tomen en juntas, por lo que no debemos mantenernos al margen de los asuntos que afecten al vecindario. 4. Respeto por las zonas comunes Debemos considerar las zonas comunes (piscina, gimnasio, salón social, etc) como parte de nuestro hogar, manteniéndolas limpias, cuidándolas y respetando los horarios y normas de uso de las instalaciones. 5. Comunicación La comunicación es fundamental en todos los aspectos de la vida. Si vamos a realizar obras en nuestra vivienda, vamos a celebrar una fiesta o vamos a realizar cualquier otra actividad que pueda causar molestias a los vecinos, debemos informarles de ello. En todas las situaciones, debemos apostar siempre por el diálogo y la escucha activa. Para cerrar te dejo esta reflexión, no basta con esperar a que los demás sean buenos vecinos, el primer paso para tener una relación amistosa con quienes viven a tu alrededor es lograr, con acciones y actitudes, que ellos tengan una buena imagen de ti. |
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Junio 2020
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